lunes, 29 de septiembre de 2008

Los tesoros de la maleta de Capa


Finalmente, se ha resuelto el misterio: la fotografía Muerte de un miliciano de Robert Capa retrata una muerte real. Era el 5 de septiembre de 1936, el fotógrafo, firme compromiso de izquierdas, disparó varias veces su Leica enfocando a algunos de los milicianos a los que acompañaba. Hasta ahora sólo se conocía la imagen titulada Muerte de un miliciano, que rápidamente se hizo famosa en todo el mundo y contribuyó a ganar apoyos internacionales para la causa republicana. Las peculiaridades de la foto hicieron que pronto se levantaran sospechas de falsedad, en medio de una lucha de trincheras propagandista. Ahora, más de 70 años después, gracias a los negativos previos y posteriores a aquella singular imagen, encontrados en la maleta de Capa descubierta en Méjico, se ha constatado que la imagen es genuina.


Capa envió los negativos de esa jornada de trabajo a su estudio de París. Muerte de un miliciano fue publicada por primera vez en la revista francesa Vu, y, más tarde, en la revista norteamericana Life. El negativo utilizado para esas reproducciones no volvería a parecer. El resto del carrete de Cerro Muriano y otros trabajos de Capa, Taro (novia de Capa) y «Chim» fueron custodiados por el diplomático y general mexicano Francisco Alvarez, que luchó con Pancho Villa. La maleta en la que viajaban esos rollos fue llevada de París a Marsella y de allí a Méjico, donde no se volvió a abrir hasta los años 90. Hace unos meses, los negativos llegaron al Centro Internacional de Fotografía de Nueva York, fundado precisamente por el hermano de Capa, Cornell, que los ha adquirido. Robert Capa murió en 1954 desempeñando su trabajo en Vietnam, con la creencia de que sus joyas de la Guerra Civil española habían sido destruidas por los nazis en su ocupación de París.


1 comentario:

entre líneas dijo...

la vida siempre guarda alguna sorpresa