A todas las visitas que han pasado por Viena hasta el momento les he recomendado visitar el museo Belvedere. Sigo manteniendo la sugerencia si lo que buscan es conocer un poco más en profundidad el arte austriaco y, por supuesto, es una visita obligada si uno quiere ver El Beso de Klimt en directo, después de haber visto su reproducción en los lugares más insospechados de cualquier país del mundo. Sin embargo, ayer hice un nuevo descubrimiento: el Albertina.
Se trata de un palacio en el que o bien se han habilitado algunas de sus dependencias para convertirlas en salas expositivas, como es el caso del espacio que alberga la exposición De Monet a Picasso, o bien se han utilizado los salones palaciegos para colgar de sus paredes obras de Durero, Schiele o Miguel Ángel, entre otros. El Palacio, de estilo neoclásico, tomó su nombre del fundador de la colección, el duque Albert von Saxe-Teschen, e inició su recorrido en 1805.
En 2007, la Colección Batliner, una de las mejores colecciones privadas de Europa, fue cedida de manera permanente al museo, convirtiéndose en la exposición De Monet a Picasso, que incluye obras del Impresionismo francés, el Expresionismo alemán, el Cubismo o la Vanguardia rusa; así como las últimas etapas de Picasso y Marc Chagal, algunas de las obras cumbre de Bacon, Karel Appel y Rothko.
Hasta el 8 de diciembre, se puede visitar la exposición de Van Gogh, que ofrece una nueva perspectiva del pintor al centrarse tanto en su faceta pictórica como en la de dibujante. En ella se exhiben más de 150 piezas del artista holandés.
http://www.albertina.at/jart/prj3/albertina/main.jart
1 comentario:
Museográficamente hablando prefiero el Albertina al Belbedere...ahora, sólo por poder admirar el beso de Klimt merece la pena dejarse caer por allí!
Si se quiere visitar la exposiciçon de Van Gogh yo recomendaría ir entre semana, imposible ver algo tranquiamente en domingo!overbooking de gente!
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