jueves, 2 de octubre de 2008

Con el coche en Viena


Para los que vengais con coche a Viena u os decidais a alquilar uno en la ciudad, sería conveniente que supierais cómo funcionan un par de cosas. La primera: el aparcamiento. De lunes a viernes, entre las 8 de la mañana y las 8 de la tarde, en todos los distritos incluidos dentro del anillo del Gurtel, esto es, del 1 al 9, hay que comprar un ticket de la hora, que, a diferencia de España, no se paga en una máquina, sino que hay que acercarse al Tabak más cercano para hacerse con uno o ser precavidos y haberlo adquirido de antemano. Esto último es posible porque uno lo rellena una vez que haya aparcado en el sitio elegido. Estos tickets cuestan 1,20 € para una hora y 1,50 € para hora y media- existe la posibilidad de utilizarlos por un periodo de tiempo inferior. Al cabo de los 90 minutos hay que cambiar el coche de sitio. En el resto de distritos, a excepción de las calles comerciales, se puede aparcar en cualquier sitio sin abonar cantidad alguna. Por supuesto, existe la posibilidad de hacerse con una tarjeta para aparcar durante todo el año, eso sí, en un districto determinado. El precio de la misma ronda los 200 €.

Los policías austriacos llevan las normas de aparcamiento a rajatabla, así que no es raro encontrar hileras de coches con la multa correpondiente metida en una bolsita de plástico y enganchada con el limpiaparabrisas. Estas multas ascienden a 30 €. Un coche extranjero lo tiene más fácil para evitar pagarla, si no está registrado, puesto que no tienen domicilio al que reclamar el importe. Eso sí, si se lo lleva la grúa porque está mal estacionado, nadie te librará de pagar una multa que sobrepasa los 200 €. Es bastante habitual ver coches a los que la policía les ha colocado un cepo o le han llevado las matrículas- eso llena la ciudad de coches con matrículas de cartón hasta que las recuperan pagando el importe establecido.

Si vienes con coche para pasar una temporada larga, hay que tener cuidado. Austria impone la obligación de que cualquier coche extranjero que lleve un año dentro del país tiene que ser matriculado aquí. Eso conlleva más de una obligación que afectará gravemente a los bolsillos. Todos los vehículos han de pasar una revisión anual y, teniendo en cuenta el precio de la mano de obra de un mecánico, esa revisión puede dejar tambaleando tus cuentas.

Por último, el uso de las autopistas austriacas se paga por tiempo. Es decir, hay que comprar una viñeta por el tiempo que se van a utilizar. Existen varios tipos de viñetas: para 10 días (7,70 €), para dos meses (22,20 €) o para un año (73,80 €). A la vista está que son mucho más económicas que la españolas.

No hay comentarios: