No hay día en la que una noticia de prensa no llame mi atención. Hoy ha sido la condena a muerte del responsable de las obras de Pekin 2008. Dos meses después de la celebración de los Juegos Olímpicos, ha sido condenado a muerte por corrupción. Así lo hicieron público ayer los medios chinos, que informaban de que Liu Zhihua, teniente de alcalde encargado de Obras Públicas, Propiedad Inmobiliaria, Tráfico y Deportes, fue sentenciado el sábado a la pena capital por un juzgado de la provincia de Hebei. No obstante, una agencia ha afirmado que la condena se ha aplazado dos años, lo que sugiere que será modificada por una cadena perpetua si el reo mantiene buena conducta durante este tiempo.
Según la sentencia, Liu Zhihua aprovechó su posición para embolsarse, entre 1999 y 2006, alrededor de siete millones de yuanes (763.000 euros) al aceptar sobornos relacionados con la construcción del parque tecnológico de Zhongguancun, donde se ubican gran parte de las empresas informáticas de la capital china. Por este motivo, el acusado fue detenido y destituido de su cargo en junio de 2006 y expulsado del Partido Comunista seis meses después.
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